Una dieta cetogénica no significa dejar de comer carbohidratos. Aunque éstos se reducen significativamente, lo anterior no quiere decir que dejamos de consumirlos.

Cuando se habla de carbohidratos, la gente piensa sólo en pan, arroz, papas, pasta, postres…etc. Lo que muchos desconocen, es que casi todo lo que consumimos son carbohidratos: verduras, frutas, harinas, azúcar, leche, gaseosas (sodas), alcohol, especias, etc. En nuestro mundo, lo importante es reconocer cuáles de esos carbohidratos debemos dejar de consumir y cuáles son permitidos.

Teniendo en cuenta que en una dieta cetogénica los carbohidratos se reducen sustancialmente, su consumo debe limitarse a aquellos que contienen un mayor aporte nutricional. Lo anterior significa que debemos seleccionar los que tengan más vitaminas, minerales y fibra, por ejemplo.

En mi caso, hay un grupo de carbohidratos que considero básicos ya que los consumos casi todos los días: aguacate, espinacas, arándanos, limón, harina de coco, linaza, macadamias y almendras.

Otros carbohidratos que consumo muy seguido son: coliflor, brócoli, jengibre, ajo, cebolla, tomates, berenjena, calabacín, algas marinas, yogur griego, lechuga romana, piñones, chocolate amargo (85-90%), Matcha en polvo, Cúrcuma y pimentones.

Asimismo, en mi casa también podrán encontrar otros carbohidratos que, aunque no consumo cada semana, me gustan mucho. Por ejemplo: frambuesas, Asaí, coco, pepino cohombro, semillas de chía, harina de almendra, harina de linaza, zanahoria, ahuyama, estevia, espárragos, coles de bruselas, fresas, salsa soya etc.

Ahora, hay algunos carbohidratos que, aunque se deben evitar, consumo aproximadamente 1 vez al mes cuando salgo a comer. En lo personal, amo las ensaladas francesas y generalmente vienen con pera, nueces caramelizadas y en algunas versiones fusión, con remolacha. Por otro lado, también me gusta la cocina vietnamita así que no me enredo si me sirven maní y marañones.

Respecto a los carbohidratos que no se deben consumir, ¡no se preocupen! Para casi todos hay una versión cetogénica. (vean abajo las fotos de lo que he hecho). Todo es cuestión de ser creativos, tener una mente abierta y estar dispuestos a explorar en la cocina. Por ejemplo, de vez en cuando me dan ganas de comer pan, arroz, postres caseros y crepes. En mi experiencia, son muy pocas las cosas que no se pueden reinterpretar de manera cetogénica.

Entonces, espero que quede claro que los cetogénico sí comemos carbohidratos. La única diferencia es que reducimos su consumo y buscamos alternativas que no rompan nuestro balance de macronutrientes.

Aquí un par de ejemplos de lo que he hecho: